Durante el caluroso verano, emprendimos un proyecto de transformación completa de un patio en una vivienda unifamiliar en Castellar del Vallés, centrado en la construcción de una piscina y en el rediseño de todo el espacio exterior para crear una zona de relax. Comenzamos con el derribo de las instalaciones existentes para levantar el nuevo pavimento: un planché de hormigón con base de grava, mallazo y lámina de polietileno para proteger el espacio de la humedad, fusionado con el muro perimetral. Sobre esta base, instalamos un pavimento de estilo rústico, usando “tova” catalana para aportar un toque tradicional.
Refinamos el entorno de la piscina con la construcción de una canaleta lineal, que se colocó a una distancia estratégica para recoger el agua con un ligero desnivel del 1%, facilitando así su mantenimiento. Diseñamos además jardineras perimetrales y añadimos bancadas de obra que cumplen la doble función de sofás con reposabrazos y plataformas para tumbarse junto a la piscina, creando áreas versátiles y cómodas.
El acabado de todos los muros perimetrales, jardineras y demás elementos se realizó con un revoco de cal coloreado, aplicado con gran precisión para resistir el calor intenso. Sumamos un armario de obra para alojar el equipo de la piscina y toda la instalación eléctrica necesaria para iluminar el espacio, con luces indirectas en jardineras y luminarias sumergidas en la piscina.
El resultado final es un patio contemporáneo, donde el sonido del agua de los chorros, una vegetación exuberante y una decoración moderna envuelven el espacio, generando un ambiente de tranquilidad ideal para disfrutar en cualquier momento.